sábado, 22 de junio de 2013

Consejo de Cronistas de Tlalpan.



La crónica es un medio de investigación, recopilación, análisis y difusión de los sucesos, costumbres y tradiciones de un pueblo. Pero hay que considerar que todas las actividades humanas se desarrollan en un espacio, ya sea natural, urbano o arquitectónico es por ello que  estos espacios  contienen de manera intrínseca una historia.  

El pertenecer al Consejo de cronistas de Tlalpan me da la oportunidad de destacar y difundir el valor histórico y arquitectónico que existe de manera silenciosa entre los muros de cada edificio, la arquitectura es la manifestación tangible y objetiva del desarrollo cultural de un pueblo, en cada construcción puede leerse el conocimiento constructivo, urbano y arquitectónico de una sociedad en el momento de su creación. Si podemos transmitir este conocimiento a los usuarios de cada uno de estos espacios generaremos una conciencia colectiva de respeto y amor por los edificios que hemos heredado. Generalmente es la ignorancia la que nos hace transitar por las calles sin apreciar las joyas de valor histórico que nos rodean y al no valorar nuestro entorno nos volvemos descuidados e indolentes ante el deterioro de los espacios que habitamos.

Es por ello que considero de vital importancia conocer, estudiar y difundir los más de 2000 años de la presencia de nuestros pueblos en esta delegación. Recordar que fueron las manos de nuestros antecesores los que fundaron la ciudad de Cuicuilco, las que edificaron las construcciones civiles y religiosas del periodo Virreinal, fueron las manos de los tlalpenses quienes construyeron los edificios porfirianos que hoy llenan de vida y de nostalgia a nuestro centro histórico, todo esto es nuestra historia tangible, nuestra historia arquitectónica, una historia que todos los tlalpenses debemos conocer, una historia de la cual debemos estar orgullosos.